Creer en la casualidad o creer en el destino.
Muchos dirán que creer en el destino es ser mediocre, otros dirán que todo siempre pasa por algo. Pero no se puede estar a la mitad o es una o es otra; si es la casualidad de encontrarse con ciertas personas podría ser sin importancia o único, si es el destino, será aburrido y especial.
Por que?, la casualidad le resta importancia en cierto modo a lo sucede, todo depende a final de factores, lo que lo hace único a la vez, pero en si no tiene importancia pues pueden pasar miles de cosas y solo se hará importante si nosotros actuamos. El destino le resta importancia a lo que hacemos, pues al final tendremos el resultado decidido, sin importar que decidamos, el destino no cambia.
Esto es un cuestionamiento que me mantiene ocupado, ¿Qué opina usted?
Ciao..
2 comentarios:
Causalidad y Destino.
Hay eventos que pueden y no pueden ocurrir en nuestra vida. Cada evento que puede ocurrir es un Destino. Nuestras decisiones, determinan el Destino hacia el cual avanzamos.
hay de todos Destinos, felices y tristes, y hay futuros que no importa lo que hagas, nunca alcanzarás (se que yo jamás podría ser Astronauta, me faltan muchas cosas, primeramente, ganas de serlo). No es mi Destino. Pero si puede ser mi Destino poder ser el mejor desarrollador, escritor, etc. Cosas que son más factibles según lo que yo soy.
Asi lo veo yo. Una mezcla de ambos.
Mi opinión: ninguna de las dos.
Habría que empezar por destacar que sí podemos hablar de cosas predeterminadas (destino) y cosas eminentemente aleatorias (casualidad) en el transcurso no solo de la vida humana, sino del universo entero. Lo que creo yo que hay que hacer es eliminar el matiz metafísico que siento yo le estás dando aquí a ambos conceptos. Me explicaré.
Todo sucede por algo, eso es cierto. Sin embargo, yo no creo que esto tenga un tinte, en ningún momento, de predeterminación hmmm digamos, superior. Simplemente es acción-reacción. Absolutamente todo lo que sucede en el universo es concecuencia de algo más; por lo tanto es posible determinar, hasta cierto punto, el desarrollo de una cadena de eventos. Nosotros podemos entender, por ejemplo, las particularidades de nuestra actual cosmivisión como resultado de un transfondo histórico y sacar conclusiones. Podemos también entender porqué cierta persona triunfó y porqué otra no revisando las acciones que durante su vida realizaron. ¿Me explico? Esto, creo yo, genera la ilusión de destino.
Respecto a la casualidad. Podríamos decir que ganarse la lotería es una casualidad. No existe manera de predeterminarlo, de predecirlo, de anticiparlo. Es algo absolutamente al azar.
Siguiendo esta línea de pesnamiento, vámonos a un ejemplo que creo más ligado al espíritu de tu post. Es en parte casualidad y en parte determinación que una persona sea, digamos, inteligente. Carga genética (determinación), ambiente (azar), etcétera. Por ser inteligente, tiene un poco más de herramientas para destacar entre un grupo, lo cual puede llevar a la gente a creer que es su destino triunfar; pero si alguien no tan inteligente triunfa la gente tiende a creer que es casualidad. Nada de lo anterior es cierto.
Lo determinado nos brinda handicaps, ya sea a favor en contra. Podemos controlarlo. Lo aleatorio, lo random, es incontrolable. En cuanto al ejemplo anterior, alguien inteligente puede o no lograr cosas, depende absolutamente de su voluntad de hacerlas. Así como tampoco esa ventaja le asegura nada. Hay gente inteligente muy mediocre.
El futuro ni es "destino" ni es "casualidad", es una mezcla de ambos; con la intervención de los coneptos aún más importantes que esos: voluntad, decisión, acción. Nosotros podemos controlar las cosa hasta cierto grado, pero siempre habrá otras que se nos salgan de las manos. En nosotros está decidir qué hacer, porqué hacerlo y cómo hacerlo. Si en el camino nos cae encima un piano, pues...
Como dijo Toño Rada en alguna ocasión: "Cada quién es arquitecto de su propio destino, pero son los albañiles del azar quienes lo construyen".
Saludos mi estimado Rionz, perdón por el chorote.
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